Lo primero que el viajero se pregunta es la razón de por qué Lecce no ha sido declarada por la Unesco Patrimonio de la Humanidad. “Razones políticas, nada más”, es lo que contestan.
A Lecce se la conoce como la Florencia del Sur, tanto arte acumulado en cada plaza, en cada calle, en cada edificio, en cada palacio. El arte puede sobrepasar los límites de lo que la mente y la vista pueden asimilar.

El barroco
Muchos son los personajes que se han hecho eco del barroco de Lecce, desde Goethe a Gregorovius. Se dice que Lecce huele a miel y, al anochecer, cuando el día se ha rendido, la ciudad brilla como si todas sus fachadas estuvieran recubiertas de oro y toda ella se iluminara con sus destellos. Bellísima de día y mágica y fascinante de noche.
Tranquila y al mismo tiempo llena de vida. Los habitantes de Lecce buscan el relax en las innumerables terracitas callejeras, en los bares de copas, en los restaurantes típicos donde se degustan las más exquisitas pizzas, siempre a gusto del consumidor. Las sirven sobre unas bandejas interminables que ocupan tanto espacio como ocupan los comensales en la mesa. Resulta pintoresco y llamativo para el viajero.
Toda la ciudad es digna de admiración para quien tiene ojos que sepan apreciarla, está llena de palacios dieciochescos, construidos con piedra de Lecce, embellecidos por el trabajo de los tallistas de la época que no escatimaron imaginación y demostraron un exquisito gusto por el arte...

El Cine Turístico
Son muchas las cosas que se pueden admirar en Lecce, como la Catedral de la Santa Cruz, un prodigio de arquitectura, un compendio de elementos que emborracha la mirada al pasearla por columnas salomónicas, balaustres, motivos florales, leones, águilas.

Silenciosa y ordenada, pasear por sus calles es disfrutar de una sinfonía de frisos, pináculos y cariátides distribuidos sobre un balcón, un portalón o una fachada. Foto: Catedral de la Santa Cruz.

Y en medio de este espectáculo tallado en piedra, se desarrolla el “Festival Internacional de Cine Turístico” donde la ciudad de Lecce es sede permanente desde hace unos años. Este acontecimiento cinematográfico reúne cada año más de 300 películas, siendo sólo un centenar las seleccionadas para presentarlas al público. Muchos de estos pases son al aire libre, en diferentes lugares de la ciudad histórica de Salento. El público presente, italiano y representantes de diversos países del mundo, valoran la gran calidad de los filmes que se muestran.

Festivales beneficiosos
El turismo, sobre todo para los países mediterráneos como Italia o España, es fundamental para la economía nacional y el cine turístico contribuye sobremanera a ello. Por eso emergen con fuerza estos festivales donde se ponen de manifiesto el arte, la cultura, el paisaje, las tradiciones religiosas y populares, en suma las diferentes formas de vida de tantos lugares remotos que hacen que nazca el deseo imperioso de conocerse.
Países como Serbia, San Petesburgo en Rusia, Croacia, Portugal, Polonia, Rumanía, Italia, Francia, Brasil, Alemania ó EE.UU participan con entusiasmo, favoreciendo el intercambio y la amistad entre las personas que llegan de tantos lugares del mundo.

También playas
La provincia de Lecce sobresale, entre otras cosas, por sus playas, así como la provincia de Brindisi y Taranto. Las costas salentinas son amplias y arenosas, sobre todo las del Mar Jónico, cuyas aguas están caracterizadas por su transparencia.
Espectaculares son los acantilados sobre el mar, sobre todo en el Adriático. Entre las playas arenosas destacan las de Porto Cesareo, de Gallipoli, de Santa Maria di Leuca, de Otranto y de Ostuni, y las playas de zona rocosa son Castro, Santa Cesarea Terme y Porto Badisco.

Lugares para visitar
•El Oasis de los Lagos Alimini
•La Riserva Torre Guaceto
•El Parque de las Cesinas

•El Parque de Porto Selvaggio
•La Isla de Sant’Andrea,
•El Oasis Palude La Vela
•El Paque Costa Otranto
•El Parque Dune costiere da Torre Canne a Torre San Leonardo

Lecce es una ciudad situada en el sureste de Italia, en la región de Apulia. Es la capital de la provincia del mismo nombre.
El área donde se encuentra Lecce se llama Salento. Viene a ser “el tacón” de la “bota” de Italia, a muy corta distancia de la costa del Mar Adriático, frente a Albania.
Probablemente pocos han oído hablar de ella, es una ciudad pequeña, en la zona del “tacón de Italia” y pocos tour operadores la ofrecen en sus rutas. Lecce no es un destino de adrenalina ni alocadas vacaciones.
Es un lugar nostálgico, bello, tranquilo y bohemio, que resulta una postal de Italia para disfrutar despacio, casi melancólicamente.

Destacada gastronomía
En un paseo por sus calles es inevitable entrar en sus librerias y tarantines (pequeñas tiendas donde comprar recuerdos), donde siempre encontrarán algo de interés. El final de la tarde se torna uno de los mejores momentos para caminar y sacar fotos. Los atractivos se concentran en edificios destacables como la ya mencionada Catedral de Santa Cruz, el Museo Faggiano, Il Duomo, etc.
Los lugares de comida abren a partir de las 19 hs. y son destacables. Desde una “Tavola Calda” (mesa caliente, establecimientos con grandes mostradores de cristal, donde hay una oferta de cosas ya preparadas, listas para calentar un poco al horno y consumir), hasta las clásicas “Trattorías” (restaurante casero, el término hace referencia a un restaurante familiar, donde todos sus integrantes trabajan. Suelen ser muy cordiales).

Fuente: Compartiendo Turismo
Columnista: Concha Pelayo
Adaptación: REGION®