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Semanario REGION®

Del 19 al 25 de mayo de 2023 - Nº 1.537 - Año 33 - INPI 1983083

La verdadera historia de la “Milanesa a la napolitana”

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La Milanesa a la Napolitana es bien argentina y surgió -como muchos otros platos que se hicieron famosos-, por cosas del azar y errores en la cocina.

Notas en esta entrada:
- La verdadera historia de la “Milanesa a la napolitana”
- Receta de “Locro Fácil” para celebrar el 25 de Mayo

 

Son muchos los que creen que la “Milanesa a la Napolitana” procede de Italia, debido a que su nombre parece evocar las ciudades de Milán y Nápoles. Pero no. La famosa milanesa a la napolitana, hija del azar, es tan argentina como el alambre de púa, la lapicera o el registro de las huellas dactilares.

La historia
El cliente llegaba a un restaurante ubicado frente al Luna Park apenas pasada la medianoche y pedía una milanesa. El mozo lo atendía -el mismo siempre cumplía la comanda con la cordialidad acostumbrada, sin hacerle notar que ya había anticipado la orden a la cocina con sólo verlo llegar-. La escena se repetía, allá por los años 50, noche tras noche, sin mayores sobresaltos, hasta que un imprevisto modificó la secuencia y dio un giro sabroso a la historia de la milanesa.

Cierta noche, el habitual comensal llegó más tarde de lo que acostumbraba, hizo su pedido y se entretuvo desmigajando un pancito. Un asistente, mas voluntarioso que hábil, tomó el lugar del cocinero que ya había concluido su servicio, con tan mala suerte que pasó de punto la fritura de la única milanesa disponible en el restaurante.

Medio asustado y con ánimo de encontrar una solución rápida al asunto, consultó a don José Napoli, el dueño, quien le respondió: “No te preocupes lo vamos a arreglar. Tapa la milanesa con jamón, queso, salsa de tomate y luego la gratinás.”

Mientras el asistente ponía esmero en disfrazar la milanesa en la cocina, don José en el salón, se acercó al cliente y lo predispuso a probar algo nuevo y especial. En minutos el mozo llegó a la mesa con la fuente humeante, que provocó un placer inmediato en el comensal.

Así en tanto lo veía devorar su más reciente creación, Napoli se sentó en una de las mesas libres con el menú original, que por entonces se reproducía con gel en letras azules, y agregó al final de la lista, de puño y letra el nombre de su creación: Milanesa a la Napoli.

Con el tiempo, y esa habilidad que tiene la lengua para esculpir nuevas palabras, el plato fue rebautizado como “milanesa a la napolitana”, se hizo popular y todavía hoy sigue presente en la carta de los bodegones bohemios y no tanto, en los restaurantes porteños y en los bares que ofrecen minutas.

Para Dereck Foster, titular de la cátedra de Alimentos y Bebidas de la Escuela de Turismo de la Universidad Del Salvador, que nos brindó la historia, el nombre desvirtúa el origen del plato, y sugiere una procedencia equivocada. Las palabras Milán y Nápoli presentes en el nombre remiten a muchos a considerar este hito de la cocina porteña como a un plato de procedencia italiano. Pero la verdad de la milanesa es otra.

¿A quién se le ocurre, además, que Milán y Nápoles -enemigos declarados en guerra cultural y económica que dividía al norte rico y al sur menos desarrollado de Italia podrían prescindir de sus diferencias- para confraternizar en un plato....? Sólo a don José. A don José Napoli.

Fuente: Pasqualino Marchese

Receta de “Locro Fácil” para celebrar el 25 de Mayo

Ingredientes
1 kg. de carne de vaca; 1 kg. de carne de cerdo; 3 chorizos; 1 kg. de maíz blanco; 1/2 kg. de porotos; 1 kg. de zapallo; 3 cebollas; 3 morrones; 3 tomates; sal, pimienta, orégano, ají molido, pimentón, aceite.

Preparación
Remojar la noche anterior los porotos y el maíz. Hervirlos en el mismo agua y cuando estén tiernos agregar sal y condimentos, luego la carne en trozos, los chorizos en rodajas y el zapallo. Cocinar revolviendo de vez en cuando, hasta que espese. En una sartén dorar cebolla, agregar tomates y morrones picados, condimentar; agregar a lo anterior. Servir en plato hondo o cazuelas, si lo desea puede espolvorear con perejil picado.