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Semanario REGION®

Del 19 al 25 de noviembre de 2021 - Nº 1.470 - Año 31 - INPI 1983083

Yacimiento Potasio Río Colorado y el riesgo de contaminación

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El Diputado Nacional por La Pampa, Martin Antonio Berhongaray, advierte sobre el peligro del avance del yacimiento mendocino Potasio Río Colorado, por los riesgos hidrológicos que significa su operación, que podría afectar al Río Colorado, aguas abajo, en su ingreso a La Pampa.

 

Nueva Evaluación de Impacto Ambiental por la Auditoría General de la Nación

Repetición de todas las acciones e instancias
ambientales

Recientemente se conoció que, tras lograr que el yacimiento Potasio Río Colorado resulte transferido al Estado de Mendoza, su gobierno avanza con el llamado a licitación para un banco de inversiones encargado de la selección de los potenciales interesados en asociarse o comprar la mina.

Al día de la fecha no se ha logrado despejar la preocupación que genera el riesgo de contaminación del suelo, subsuelo, agua superficial y subterránea, resultante de ese proyecto minero.
Depositar el residuo de la explotación -cloruro de sodio- en el lugar y en las condiciones establecidas en el proyecto resulta de alta peligrosidad en términos hidrológicos, pues se establecerá a escasos kilómetros del Río Colorado un enorme pasivo ambiental a perpetuidad que, en caso de sufrir filtraciones o de escurrir por la acción de los vientos, las lluvias o la actividad sísmica, puede terminar salinizando el citado río con efectos interprovinciales.

Por ello, promovimos un Proyecto donde solicitamos:

1. A la Comisión Mixta Parlamentaria Revisora de Cuentas del Honorable Congreso de la Nación Argentina que disponga la inclusión dentro del Plan Anual de Acción de la Auditoría General de la Nación (AGN), la realización de una nueva Evaluación de Impacto Ambiental (EIA) respeto del proyecto minero “Potasio Río Colorado”.

2. Al Poder Ejecutivo Nacional que arbitre lo conducente a fin de garantizar que se repita el cumplimiento de todas las acciones, procedimientos e instancias exigidas por la legislación nacional para la aprobación ambiental del nuevo proyecto minero (manifestación de impacto ambiental, audiencia pública de los interesados o afectados, dictámenes técnicos, declaración de impacto ambiental), habida cuenta que la reformulación de la propuesta inicial del Proyecto “Potasio Rio Colorado”,  configura un “nuevo proyecto minero”.

El punto 1 ya había sido solicitado por la Cámara de Diputados de La Pampa a partir de la falta de confianza que genera el informe ambiental oportunamente preparado por la consultora URS, contratada por la firma Río Tinto Mining & Exploration Leed. El pedido nunca prosperó a pesar de que el propio Colegio de Auditores Generales de la Auditoría General de la Nación remitió el requerimiento pampeano a la Comisión Mixta Parlamentaria Revisora de Cuentas del Congreso de la Nación, a efectos de que ésta analice su inclusión en el Plan de Acción Anual.
No cabe dudas de que la Auditoría General de la Nación se erige en el organismo con competencia adecuada para practicar una nueva EIA toda vez que, a sus calificados recursos humanos y técnicos, y a su vasta experiencia en el desarrollo de esta índole de actividades, le adiciona la garantía de la imparcialidad y seriedad de sus conclusiones.

Realizar lo peticionado en el punto 2 resulta una exigencia ineludible toda vez que muchas de las instancias ambientales se practicaron en función de un proyecto original que fue totalmente modificado. Mientras inicialmente se preveía una producción máxima cercana a las 2,4 millones de toneladas de cloruro de potasio, tiempo después la propia firma minera anunció la existencia fehaciente de más recursos, y la posibilidad cierta de elevar la producción hasta alcanzar los 4,3 millones de toneladas por año. En simultáneo anticipó la extensión de la vida útil del yacimiento en 50 a 60 años.
Va de suyo que el incremento de la producción sumado a la eventual extensión de la vida útil del yacimiento determinará una “meseta” de sal (cloruro de sodio) de prácticamente el doble de tamaño respecto de la prevista en el proyecto inicial, doblando así la superficie anunciada de 210 hectáreas por 50 metros de altura.

Las modificaciones anunciadas nos colocan ante un nuevo proyecto minero, de allí la necesidad de repetir todas las medidas e instancias ambientales para asegurar, sin la menor duda, que no se afectará la calidad de las aguas del río Colorado.

Atentamente, Martín Berhongaray

N. de la R.: Proyecto minero peligroso

El proyecto minero Potasio Río Colorado está ubicado en el sur de la provincia de Mendoza, prácticamente en el límite con la provincia del Neuquén, en el departamento Malargüe, a unos 300 km al sur de la localidad homónima, en el paraje “Pata Mora”.

La explotación del yacimiento se planificó mediante la metodología de disolución. Esta metodología consiste en la inyección de agua a alta temperatura en la capa de sales con el objetivo de que estas se disuelvan. La solución así obtenida se extrae mediante bombeo a la superficie y se somete a un proceso de secado, con lo cual se obtiene una mezcla de cristales minerales. El proceso de explotación termina con la separación y purificación de los cristales de cloruro de potasio. Como residuo quedan los cristales de cloruro de sodio, que eventualmente volverían a reinyectarse en las cavidades huecas.

Uno de los mayores inconvenientes para la provincia de La Pampa sería que para su funcionamiento se utilizarán grandes volúmenes de agua (mil litros por segundo) extraída en el sector superior del Río Colorado, con la consecuente afectación de las poblaciones existentes aguas abajo.